fachadas
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En el Blog de PINTURAS ARTE NUEVO, hoy os vamos a dar un par de consejos para pintar la fachada de un edificio.

Al pintar un edificio el deseo de mejora estética tiene mucho peso, además de la búsqueda de protección. Por este motivo es fundamental tener un conocimiento básico de colores y diseños.

¿Que debemos tener en cuenta antes de elegir el color?

  1. Ninguna casa o edificio existe aisladamente. Por lo tanto, es muy importante observar el entorno puesto que estará dentro del mismo campo visual. Debemos aplicar colores compatibles con los colores de alrededor. Los principales factores que afectan a su percepción son : luz, contraste, textura de la superficie, tamaño del área pintada, distancia y dirección desde la que se observa.
  2. Al examinar el exterior del edificio, hay que tener en cuanta los colores fijos y los detalles que pueden ser pintados o no. También el color del tejado o paramentos exteriores como detalles en madera, labrados o incluso si la fachada está decorada con elementos de jardinería. Todos estos colores deben convivir con los colores que elijamos.
  3. El estilo de arquitectura: algunos exigen determinados esquemas de color. E igualmente algunos centros históricos y municipios pueden tener limitaciones en las gamas de colores a utilizar.

Localización, espacio y luz

El color en arquitectura tiene su propia geografía determinada. Cada país y ciudad tiene su propia “paleta” de tonos que forman un tema de color predominante a lo largo de las generaciones.

Color y asociaciones

La fachada de una casa o el exterior es la presentación de la personalidad de sus ocupantes, la primera impresión de los visitantes expresada a través de los colores. Tonos blancos o claros dan impresión de pureza, cierta distinción y limpieza. Los cálidos son acogedores y los marrones y terrosos representan la tierra y combinan muy bien con plantas. En el caso de un edificio público, la fachada debe transmitir seguridad, en un hospital confianza, y en el caso de una vivienda, la calidez y personalidad de quien la habita.

Los colores oscuros se asocian con peso y tamaño grande y a la inversa. Este llamado PRINCIPIO DEL PESO DE LOS COLORES puede utilizarse muy eficazmente para grandes estructuras. El uso de los colores graduados por luminosidad y saturación, de la base al techo del edificio, puede ayudar a anclar la estructura reforzando el sentido de gravedad. Y al contrario los colores ligeros pueden hacer que grandes construcciones metálicas parezcan menos pesadas.

Los colores recomendados para climas cálidos son frescos y claros (que no absorben el calor) mientras que para zonas frías se prefiere los tonos cálidos (que atraen el calor radiante).